El día 8 aquí amaneció con lluvia y
tras pensarlo varias veces decidimos marchar a la Isla del Sol.
Recogimos la que por cinco días había sido nuestra habitación en
La Casa del Sol y nos preparamos una pequeña mochila para unos tres
días. Dejamos nuestros mochilotes en el depósito del hostal y nos
fuimos en busca del barco que nos llevaría al norte de la Isla del
Sol.
Compramos el boleto por 25 bolivianos
por personas (solo ida) y después de pasar unas horas y mojarnos por
la lluvia nos montamos en el barco. Aquí en Bolivia aprovechan al
máximo la capacidad de los medios de transporte así que había
gente sentada en los asientos, en el suelo y en la parte de arriba
del barco. Media hora pasamos dando vueltas a la deriva por el lago
Titiqaqa hasta que al fin nuestros capitanes de barco (dos niños de
entre 12 y 16 años) lograron arrancar el motor y pudimos zarpar.
Casi tres horas de temporal, frío,
vomiteras por la borda, mareos, y mucho movimiento en el barco es lo
que nos separaba del “puerto” de Challapampa. Bajamos del barco descompuestos y fuimos a hospedarnos
en el primer lugar que encontramos: la Posada Manco Kapac. 30
bolivianos por persona por una habitación privada sin baño ni cocina.
Para recuperarnos del frío fuimos a
comer a un restaurante cercano y nos pedimos dos sopas (de sobre...)
y un pejerrey a la romana (pescado). Caminamos un poco por el pueblo
y fuimos en busca de alguna otra posada que tuviera cocina para, el
día siguiente, cambiarnos.
Al día siguiente el tiempo nos quiso
acompañar un poco y aprovechamos para desayunar en el jardin de la
posada (más que nada por que el check-out era a las nueve y teníamos
que dejar la habitación libre)
Luego fuimos en busca de las posadas
que nos habían dicho el día anterior que si tendrían habitación
para dos y cocina pero, aquí pasa mucho, lo que te dicen un día al
día siguiente no se da... Tras muchas vueltas fuimos a la Posada
Puma Punku y negociamos con Saturnina (la dueña del lugar) una
habitación para nosotros dos también por 30 bolivianos por persona
pero esta vez con cocina a leña.
Fuimos a perdernos un poco por la isla
para conocer mejor el lugar. Nos encontramos con huertas a casi
4000 metros de altura, restos de ovejas muertas, playas solitarias
donde jugaban los niños, suciedad entre las rocas que acotan la
playa y vegetación muy verde.
Después de tanto caminar nos vino un
poco de hambre así que, con ayuda de Saturnina, nos cocinamos un
arroz a la Saturnina (arroz hervido con verduras salteadas y dos
huevos fritos)
Una vez nos levantamos de nuestra
siesta compramos una botella de vino y nos fuimos a subir montañas
para ver la puesta de sol. Aprovechamos el tiempo para pensar,
dibujar, y observar lo que nos rodeaba...
En el día 10, para no variar, también
nos acompañó la lluvia. Pensábamos que no duraría mucho y nos
pusimos en marcha por el camino del inca que va desde el norte al sur
de la isla. Dos horas y media de camino (mitad con lluvia y mitad
seco) para llegar a la parte sur, más organizada y más cara que la
parte norte de la Isla del Sol.
Para ir a la parte sur, la comunidad
Yumani, hay que estar preparado físicamente. Es un pueblito en lo
alto de una colina de unos 3800 metros de altura y vayas a donde
vayas siempre has de subir o bajar alguna que otra cuesta.
Justo ayer, que era cuando volviamos
para Copacabana salió el sol y así al menos pudimos tener un
trayecto más calmado en el barco de vuelta.
Llama, alpaca y burros, fauna más visible de la Isla del Sol.
Sin saberlo, al bajar del barco en
Copacabana nos estaba esperando Núria, la barcelonina que conocimos
en el Salar de Uyuni y con quien en unas horas nos vamos para Cuzco.
Después de 45 días dejamos
Bolivia atrás. Un mes y medio donde hemos vivido con la gente de
aquí, algunos más amables y otros no tanto. Nos vamos con la
sensación de dejar atrás a un pueblo entristecido y, parece, sin
ánimos de tirar pa'lante.
hem vingut ràpid per poder llegir...
ResponEliminaQuina diferència de la Illa, mirant per la web i el que ensenyeu vosaltres!!!...
No hi he vist cap fotografia amb residus...
Hola chicos, que tal por Perú, estamos deseando que nos contéis y nos enseñéis vuestras preciosas fotos, por que seguro que lo serán, como todas las que habéis hecho hasta ahora. Escribid que tenemos mono de saber cosas de vosotros. Un besazo muy fuerte y cuidas mucho muuuuuuuuuaaaaaaaaaa
ResponEliminaBuenas Mª del Mar, soy Pau. Regresando de los cinco días que destinamos a llegar al Machu Picchu y con todas las fotos (muchas de ellas impresionantes, con el Machu Picchu a las 6 de la mañana casi vacío y con una niebla preciosa) aún en la targeta de memoria de la cámara nos pasó lo que desearías que nunca te pasara... perder la cámara!! Estamos recuperándonos del shock y pronto compraremos una (de más senzilla y barata...) para seguir haciendo buenas fotos. Hasta entonces tendremos que hacerlas con el Iphone... snif... :`(
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