Hacemos todo el papeleo de
salida en la parte boliviana de la frontera y cruzamos, como Pedro
por su casa, la valla que separa Perú de Bolivia!!!
Una vez en Perú seguían
los papeleos. Aprovechamos para cambiar los últimos bolivianos que
nos quedaban por nuevos soles (la moneda peruana) y pasamos todo el
trámite fronterizo. Después de todo seguía
esperándonos nuestro maravilloso bus de la empresa Titicaca
(boliviana) y nos dirigíamos a Puno.
Pasaron unas 3 horas de
bus y unos cuantos sueñecitos y llegamos a Puno. Allí nos tocaba
cambiar de bus (y de empresa) para llegar a Cuzco. Entramos en
nuestro nuevo bus de la empresa Libertad (peruana) este sí era como
estábamos acostumbrados en Bolivia, pequeño, estrecho y lleno de
cholas por el pasillo.
Después de que nos parara
la policía aduanera en busca de contrabandistas (los encontraron,
traficaban ropa de marca) llegamos a Cuzco a eso de las 5:30 de la
mañana del día 13.
Cuzco o Qosqo, que en
quechua quiere decir “el ombligo del mundo” nos estaba esperando
bien despierta, con miles de taxistas que se nos echaron encima para
que fuéramos con ellos y algunos que otros relaciones públicas de
hostales. Por suerte aquí nos esperaba la familia Alvarez-Pérez
(familia de Sonia, una tía de Pau) pero igualmente tomamos un taxi
al centro porque era tan temprano que no queríamos despertar a
nadie.
Paseamos por sus calles
vacías de domingo madrugada y nos tomamos un café y un croissant en
el único lugar que encontramos abierto. Luego y con ayuda de la
Policía Turística nos metimos en un taxi para llegar a la casa de
la familia que nos esperaba con los brazos abiertos.
Tras el almuerzo
(riquísimo), una siesta y una ducha nos fuimos a pasear al centro.
Paseamos arriba y abajo y allá donde pisábamos estaba limpio.
Recorrimos sus hermosas calles de piedra y vimos sus curiosas
costumbres, los domingos sacan a la calle juegos para que la gente
apueste y gane, o pierda, algún sol.
Gracias al “desayuno
andino” que nos preparo Marta comenzamos el día 14 con mucha
energía.
Tomamos el bus (aquí
los buses son como furgonetas adaptadas con asientos y van con mucha
prisa, cada vez que alguien baja el/la cobradora está allí metiendo
presión gritando “BAJA, BAJA, BAJA” a un ritmo que mi capacidad
pulmonar no me permite repetir) para el centro y comenzamos la ruta
turística alrededor de las 12:00 paseándonos por la Plaza de Armas y por el barrio de San
Blas que, como casi todo el Cuzco antiguo, está construido sobre restos de edificaciones Incas o Pre-incas.
Volvimos temprano a casa porque nos tocaba cocinar a nosotros esta vez. Preparamos una tortilla de patatas con pa amb tomàquet y la familia quedo encantada del intercambio culinario.
Nancy, Luis (el papa de la familia), Marta y Pau |
El martes 15 comenzó
nuestra aventura hacia Machu Picchu que contaremos próximamente en un
nuevo post.
Hooooooola chicos, acabo de ver vuestras fotos, muy bonitas, esa familia parece encantadora, seguro que lo es. Enhorabuena por vuestro premio, genial. Seguid pasándolo tan bién y conociendo mundo, un besazo enorme de Cristina y Lisandro muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaa
ResponEliminaQuè bé que heu estat aquí. I, aquestes cares son molt conegudes... com s'assemblen!!...
ResponEliminaHola veo que estáis muy bien pues gastarse unos cuartos y le dais de comer al peluquero tener mucho cuidado que ya habéis perdido la cámara bueno lo bueno se que lo estáis pasado bien besos y muchos abrasos.
ResponElimina