dilluns, 17 de desembre del 2012

Potosí, la 2ª ciudad más alta del mundo

Tres horas de viaje son las que separan Sucre de Potosí (la segunda ciudad, más alta del mundo, despúes de El Alto, en la Paz que se encuentra a 4.150mts) y para no aburrirnos en ese tiempo hemos divisado paisajes andinos que no creemos que volvamos a ver despues de este viaje. Después de esas tres horas llegamos a la nueva terminal de autobuses donde paramos a comer algo. No sabíamos si eran los efectos de estar a 4070 metros de altitud pero estábamos algo mareados. Con el estómago lleno por menos de 4 € agarramos un autobús al centro, llegamos al Hostal Koala Den, dónde dormiremos en una habitación compartida por 40 Bs cada uno con WIFI, derecho a cocina y desayuno, y fuimos a dar un paseo nocturno por la ciudad.


El día siguiente, sábado 15, amanecía con sol para hacer nuestra ruta turística, mapa en mano, por Potosí. Caminamos cuesta arriba y cuesta abajo y lo que también cuesta aquí es que los coches no suelten tanto humo negro cada vez que arrancan. También es curioso, aparte del humo negro, que todos los autobuses tienen letras en japonés y es que estos coches se compran en Japón y entran por el puerto de Chile. Una vez llegados a Bolivia se les cambia el volante de lado, ya que en Japón conducen por la izquierda, como en UK. Se les llama Micros transformes.
Contaminación


De nuevo los efectos de la altura nos llegaron. Cansamiento, falta de aire para respirar y el sol fueron los condicionantes para pararnos a almorzar y con el estómago lleno ir a visitar el mercado. 


Una vez despertados de la siesta continuamos la visita potosina y fuimos a la Casa de la Moneda, lugar donde en los últimos 4 siglos se han acuñado monedas de plata de las minas del Cerro Rico para todo el mundo. 

Casa de la moneda

Seguimos visitando la ciudad (las iglesias básicamente, hay como unas 30 en la ciudad) y varias tiendas de aquí dónde, de paso, hemos comprado algunas lanas para seguir produciendo. 



Esa noche cenamos en la calle un salchipapas y una hamburguesa (creo que de ahí mis diarreas) y fuimos al teatro a ver una obra, un poco anticuada, que formaba parte del festival de teatro SOMOS. Sin saberlo el verdadero festival estaba en la calle y cuando salimos del teatro y fuimos a la plaza principal vimos que estaba toda llena de gente y unas niñas que cantaban villancicos, y es que era el día de inaugurar el alumbrado navideño y aquí la gente lo vive al máximo.



Es bien curioso como una ciudad a ésa altura tiene tanta arquitectura, tantas iglesias impresionantes y tanta vida en la calle (más nocturna que diurna). Supongo que porque fué, en su día, la ciudad más importante y rica de Bolivia, dicen que Bolivia nació en las minas de Potosí, y su plata está repartida por todo el mundo. 

Ayer domingo fue un día de enfermo. La diarrea llegó con todo su esplendor y nos quedamos en el albergue comiendo arroz en blanco y bebiendo manzanilla, Pau el pobre en solidaridad también. A la tarde ya me encontraba un poco mejor y decidimos salir a ver un poco más de iglesias...ummm... de la ciudad.



Iglesia de San Francisco

Hoy lunes 17, ya me he lenvantado mejor, así que hemos aprovechado para visitar las minas de plata del Cerro Rico. Tranquilos que ya estamos de vuelta y hemos sobrevivido!!


En el próximo post colgaremos un video con la visita... interesante e impactante!

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