dimarts, 20 de novembre del 2012

ArrAiaL de LluViA

Hace cuatro días que llegamos a Arraial d'Ajuda, un pueblo tranquilo, pequeño y con opciones para no aburrirte. Llegamos en un ferry, repleto de gente y coches, que nos llevó de Porto Seguro a Arraial d'Ajuda en 10 minutos. Después llegamos al centro del pueblo en un bus.


Una vez instalados en el Hostel Arraial d'Ajuda salimos a pasear por el pueblo. No es muy grande, pero  con lo religiosos que son en Brasil, no podía faltar una iglesia.

Igreja Nossa Senhora d'Ajuda
Caminamos por unas calles repletas de bares, farmacias y tiendas. La entrada a la playa es bastante curiosa, callecitas de arena con bares y tiendas a cada lado. Una vez en la playa, encuentras también bares, bares y más bares. Aquí hambre no pasamos!! Caminamos un rato por la playa, nos bañamos y es inevitable no sentarse en uno de los muchos bares a tomar algo. Así hicimos, nos sentamos en una de las terrazas a pie de mar y nos pegamos el gran festín!!




De vuelta a casa aprovechamos para darnos un baño en nuestra piscinita!!




En nuestro segundo día en este pueblo el tiempo no nos quiso acompañar y llovía sin parar, pero tuvimos la suerte de que Carla, la jefa del albergue, nos volvió a cambiar de habitación. Ahora estamos en el edificio principal del hostel. Una habitación grande, privada, perfumada y con vistas a la piscina que ya hemos provado varias veces.


Después de muchas pelis, series y día de casa nos hicimos una buena comida. A la noche la lluvia parecía darnos una tregua y aprovechamos para salir por primera vez para tomar algo. Estuvimos en una calle repleta de bares abiertos con música en directo y un ambiente nocturno que no habíamos encontrado hasta ahora. Ya que estabamos allí nos tomamos un Tequila Sunrise y una Capeta, es un coctel que hacen aquí con guarana, vodka, leche condesada y chocolate... se me hace la boca agua!!


El domingo el sol parecía lucir un poco así que, como buenos domingueros, nos cogimos la mochila, el bocadillo y nos tiramos a la playa. Después de pasar todos los bares, encontramos kilómetros y kilómetros de playa casi sin nadie.






Caminamos, nos bañamos, caminamos, comimos, caminamos... la costa no dejaba de sorprendernos por su naturaleza así que seguimos caminando. También encontramos arcilla, unos días antes ya habíamos visto gente embadurnada de pies a cabeza. Nos pusimos de barro hasta arriba y nos quedamos suaves como el culito de un bebé.



Ayer la lluvia volvió a surgir así que volvimos a quedarnos en casa. Salimos un poco a pasear y encontramos una tienda de artesanía con lanas, abalorios y miles de cosas para nuestras creaciones. No lo dudamos un minuto, entramos y nos llevamos media tienda, así nos pasamos la tarde como artesanos,  tejiendo y haciendo pendientes para, si algún día sale el sol, ir a la playa a ganarnos unos reales!!





3 comentaris:

  1. Que suerte la vuestra encontrar una tienda de abalorios, ale, a hacer collares y pendientes y ganaros unos centimos o como allí se llamen. Seguid disfrutando del viaje, besos de Cristina y Lisandro, y por supuesto mio MUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUAAAA

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  2. Bones!!!!

    Hem trobat la vostre pàgina a través d'un comentari del bloc de la txell i en Xavi.
    Així que heu començat la vostre aventura per Sudamèrica, quina enveja sana.... Desitjar-vos que us vagi molt i molt bé i ja teniu uns seguidors més.
    Una abraçada
    Núria i Ramon

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  3. Que bé que esteu a aquest poble!... us farà mandra marxar i tot... Ara, allà on aneu, ho trobareu força diferent, suposo. Molta muntanya?...Això és la autèntica universitat de la vida. Que en traieu molt de profit.

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