Durante la 6 horas de camino nos llovió, granizó, pasamos hasta por 4700 metros de altitud para, después de todo el espectáculo, llegar al mar!!
En Pisco, concretamente en el marinero barrio de San Andrés, nos estaba esperando Alejandro, nuestro nuevo host. Nos abrió las puertas de su casa-factoría de cangrejos con los brazos abierto y nos hizo un tour por toda la factoría explicándonos como se procesa todos esos quilos de cangrejo que llegan cada día.
A la noche fuimos a pasear por Pisco que, tras el terremoto de 2007, aún no está recuperada del todo y se pueden apreciar facilmente los desastres causados. Tras el paseo nos sentamos a comer unos anticuchos, ni más ni menos que restos del cerdo que no se suele utilizar, corazón, hígado, estómago...
el antes y después de la catedral
A la mañana siguiente nos levantamos como hacia dos meses que no lo hacíamos... rodeados de Mar!!
Nos preparamos y nos fuimos a las Islas Galápagos pero nos las originales sino a la de "los pobres": Las islas Ballestas. Dicen que son los picos más altos de antiguos nevados que, con el paso del tiempo y el movimiento de la placa de Nazca, se han ido hundiendo hasta que han quedado por debajo del mar. Antes de llegar a estas islas pasamos por el Candelabro o Cactus de San Pedro de Paracas, una formación en la arena de la montaña. Una de las teorías es que los piratas ingleses del s.XVI la crearon para orientarse en el mar y se conserva gracias a que está situado en el lado de la colina donde no toca el viento.
Una vez llegamos a la isla comenzamos a flipar! Era un tour contratado (30 soles por persona) y todo el recorrido se hace en barco porqué en la isla no se puede estar, hay leones marinos que, en tierra, son peligrosos y además está lleno de Guano, el excremento de las aves que se usa como fertilizante natural y de la exportación del cual Perú vivió durante una época.
Después de las aves también vimos unos cuantos pingüinos en época de desplume y entre eso y las aves el aire está repleto de plumas que vuelan de un lado a otro. Pasamos también por lo que llaman la cara de Jesús, una formación rocosa que tiene forma de perfil humano.
Continuamos la ruta en barco por las islas y nos encontramos con cientos de leones marinos. Ahora es la época en la que las hembras van a la playa a parir así que los machos se quedan solos por un tiempo y cuando ésas ya han parido ellos van de nuevo a buscarlas.
De vuelta a la playa nos esperaban los pelícanos y un rico ceviche (pescado marinado en lima, cebolla y especies) a orillas del mar (Perú actualmente está considerado el país con la mejor y más variada gastronomía del mundo)
Con el rico ceviche y un arroz con marisco en el estómago, nos fuimos camino de vuelta a casa donde nos encontramos a todos los trabajadores en plena hora del almuerzo.
La mañana siguiente la pasamos hablando con Alejandro y rehaciendo las maletas para marchar.
La salida de Pisco para Lima parecía sincronizada, fue bajarnos del taxi que nos llevo desde San Andrés al cruce con la carretera Panamericana y allí había un bus que, por 15 soles (precio peruano porqué, al vernos la cara de gringos, nos querían cobrar más y suerte que unos minutos antes nos enteramos del precio cuando se lo decían a otra pasajera peruana), nos llevó de Pisco hasta Lima pasando por unos paisajes completamente desérticos y diferentes de todo lo que habíamos visto hasta entonces.
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